jueves, enero 19, 2006

garabatos

Muchos hombres hoy han olvidado a Dios. Otros no. Mucha gente hoy no recuerda hoy que su naturaleza es mortal y que sólo con Dios pueden alcanzar la felicidad plena e inmortal. Mucha otra sólo busca el materialismo y el placer inmediato. ¿Cuántos de nosotros seremos capaces de tener a Dios en nuestras vidas? ¿Qué otro amigo aguarda siempre?

2 comentarios:

Josep Carles Laínez dijo...

Ahí has dado, José Manuel, Dios o una idea superior que nos colme y verdaderamente nos sintamos parte de ella. Quizá los Dioses, en plural, en cuanto atañen a nuestra Antigüedad y son los valores, las formas y las creencias de lo que aún añoramos: ese Imperio Romano, esa nobleza espartana, esa libertad de pensamiento. Dios es sinónimo de "la maravilla", de lo que nos sobrecoge. Por desgracia, no creo que esa sensación vaya captando mucho a nuestros semejantes de hoy.

jmdetorres dijo...

Josep Carles, entiendo lo que quieres decir... aunque la idea de Dios no es Dios, sino tan sólo nuestra proyección humana. Bien está que tengamos esa idea y que los dioses y los valores que conforman los arquetipos que nombras predominen en nuestras sociedades materialistas. Desde luego, falta espíritu, pero el espíritu no es Dios sino nuestro anhelo de comprender su naturaleza y vivir de acuerdo a ello. Sin embargo, creo que al final hay un acto de fe ineludible, en cierta forma (ir)racional, que permite o no que nuestra mente acepte su plenitud. Por lo demás, yo también añoro aquellos viejos tiempos donde la belleza, el saber, el amor, las creencias en fin, tenían cánones definidos. Hoy los cánones los conforman la amalgama babosa de los media y sus terminales políticas, o sea, la zafiedad, la deformidad, la basura, la homogeneidad de conciencias en suma. Un abrazo